Si no fuera por la epidemia de este año, quizás no hubiéramos pensado que una fina máscara se convertiría en la última línea de defensa para proteger la salud humana, y mucho menos saber que una pequeña acción puede atravesar montañas, lagos y mares, para calentar el corazón de los distribuidores. Mindray, como miembro de la aldea global, ha estado acompañando a los distribuidores, uniendo corazones y luchando conjuntamente contra la pandemia.
Al comienzo del brote epidémico en el mundo, la mayoría de los distribuidores de Mindray se enfrentaron a la difícil situación de brindar servicios sin usar ropa protectora o máscaras, y expuestos a riesgos de infección. El servicio internacional se hizo cargo de las políticas de la empresa de manera oportuna y creó un cuestionario para los requisitos de material de protección personal y ambiental (EPI) de los distribuidores.
Durante este período, la situación de la epidemia en el mundo iba en un peligroso crecimiento explosivo. La reducción y hasta cancelación de los vuelos provocaron que las tarifas de transporte se dispararan y las políticas aduaneras cambiaran todos los días. Enfrentado a este problema, el servicio internacional lanzó rápidamente un paquete de asistencia integral (con máscaras, gafas, etc. en cada paquete. Apto para 1 ingeniero durante 20 días hábiles o 5 ingenieros durante una semana). En ese momento, las exigencias iban llegando una por una: El peso de envío del material de EPI no puede exceder los 2 kg, el embalaje externo no puede contener palabras "médicas", es necesario proporcionar una certificación de calificación del fabricante, etc. Después de coordinar y comunicarnos con muchas partes, se reemplazaron los materiales de embalaje externo sin palabras prohibidas y se obtuvieron los documentos de calificación requeridos por los fabricantes. El servicio internacional superó muchas dificultades y finalmente lograron entregar los materiales de EPI a la empresa de mensajería.
Según las estadísticas de demanda, la ayuda cubrió el primer lote de 64 distribuidores y el segundo lote de 26 distribuidores. Se tuvieron en cuenta muchos detalles, desde el nombre del distribuidor, la dirección y la confirmación del número de teléfono móvil (la mayoría de ellos trabajando en casa durante la epidemia), hasta la actualización de las facturas de aduana y luego el número de seguimiento enviado a los distribuidores uno por uno. El servicio internacional ha hecho cosas simples de una manera realista, ha ganado elogios de los distribuidores y ha mejorado la imagen positiva de la marca Mindray entre los distribuidores.